Compartir información y conocimiento se ha convertido en un delito en Colombia
Ayer, en silencio, a espaldas a la ciudadanía, sin discusión, a
toda prisa y a pupitrazo limpio, como cuando se permite algo que se
sabe que es indebido, que lo hace culpable de algo, se aprobó el
proyecto de ley 201 de 2012 que convierte en delito penal el compartir
información y conocimiento por internet y otros medios electrónicos.
Quien lo haga irá a la cárcel hasta por 8 años, lo que supone un freno a los avances tecnológicos de la modernidad.
Por ejemplo, si alguien compra un libro electrónico en Amazón, y
reenvía su contenido al correo electrónico de a su mamá, se expondrá a
una pena de hasta 8 años de cárcel cuando la multinacional se entere del
crimen que se ha cometido y decida denunciarlo.
El crecimiento y desarrollo económico depende de la gestión de la
información, del acceso que la sociedad tenga a ella, y Colombia ha
penalizado dicho acceso por cualquier medio.
En adelante, habrá que pagar lo que las multinacionales decidan por
una información cualquiera, y si esa información no está disponible para
la venta en nuestro país, nos quedaremos sin ella, pues si la
conseguimos de otra forma terminaremos en la cárcel.
El hecho de comprar un libro y no poderlo compartir con un familiar o
amigo, es aterrador, y demuestra el grado de sumisión de nuestros
gobernantes y legisladores frente a los intereses económicos foráneos.
Por supuesto que los derechos de autor se deben respetar, pero no a
un nivel que impide que la sociedad acceda al necesario conocimiento que
requiere para crecer y desarrollarse.
Internet es una maravillosa herramienta que ha puesto a disposición
de todo el mundo información que antes era de exclusivo acceso para unos
pocos privilegiados, pero nuestro gobierno ha hecho un gran esfuerzo
para convertir esta herramienta en algo inútil que puede llevar a la
cárcel a quien se descargue un libro, una cancón o un video, así no se
lucre con ello, así lo haya hecho para enseñárselo a su hijo, como el
ciudadano que terminó en la cárcel en estados unidos por gravar un video
de cumpleaños en el que escuchaba de fondo una canción de sony music,
pues ese ignorante ciudadano no sabía que había primero que comprar los
derechos de esa canción. Cosas como esas nos vienen pierda arriba; no en
vano todo fue aprobado a espaldas de la ciudadanía. Nada que se haga en
secreto puede tener buenas intenciones.
RT. Gerencie.com
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